mientras el dolor aparece por las grietas de la risa,
en los sueños de mi almohada.
Dame lágrima que trasgreda los motivos del color,
ceniza y cuerpo para tolerar la ausencia,
palabras que defiendan lo que el amor significa,
porque hoy con el miedo y las horas yo me rindo,
teniendo una lágrima de bordes salados entre las manos,
y un recuerdo cobarde y una mujer cobarde
hecha pedazos hasta los huesos
Niebla en curso, imagen que amanece herida,
insepulta con otros ojos,
mundo triste y carnicero
que conoce la fidelidad y lo profundo del sueño,
usurpa la sombra y exorciza raíces
en un soplo de horas que presienten el mundo,
en un denso mar que conoce la playa.
En el silencio de tus lágrimas
y el rubor de mis dudas,
andamos aún tomados de la mano,
por el pasillo en donde se aleja
la luz de nuestras espaldas,
pero donde también parece haber
una puerta al fondo de la penumbra
que nos espera.
Pero no sólo eso sujeta mis costillas,
al puro no... al simple sí,
dejo caer silencio como lluvia,
en brotes de diluvio,
en brotes de rocío,
Así de este sueño turbio yo me despedido.
Por eso insisto...
sin culpa ni ansia
en donde no.

Trabajo de imagen realizado por Dario Beniher.
*El texto en rojo pertenece a Daniel Zeitna (Fue una pequeña improvisación realizada en la lectura de poesía denominada ¡Que fluya la poesía que rueden las cabezas!.
Con el afán de que el poema este en movimiento, esa parte va ir cambiado para darle más peso a la poesía oral, y a esa sensación del instante).