Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

martes, 21 de diciembre de 2010

(IDEA #5)

Mi amor habla con lágrimas de cocodrilo,
mientras el dolor aparece por las grietas de la risa,
en los sueños de mi almohada.

Dame lágrima que trasgreda los motivos del color,
ceniza y cuerpo para tolerar la ausencia,
palabras que defiendan lo que el amor significa,
porque hoy con el miedo y las horas yo me rindo,
teniendo una lágrima de bordes salados entre las manos,
y un recuerdo cobarde y una mujer cobarde
hecha pedazos hasta los huesos

Niebla en curso, imagen que amanece herida,
insepulta con otros ojos,
mundo triste y carnicero
que conoce la fidelidad y lo profundo del sueño,
usurpa la sombra y exorciza raíces
en un soplo de horas que presienten el mundo,
en un denso mar que conoce la playa.

En el silencio de tus lágrimas
y el rubor de mis dudas,
andamos aún tomados de la mano,
por el pasillo en donde se aleja
la luz de nuestras espaldas,
pero donde también parece haber
una puerta al fondo de la penumbra
que nos espera.

Pero no sólo eso sujeta mis costillas,
al puro no... al simple sí,
dejo caer silencio como lluvia,
en brotes de diluvio,
en brotes de rocío,
Así de este sueño turbio yo me despedido.

Por eso insisto...
sin culpa ni ansia
en donde no.



Trabajo de imagen realizado por Dario Beniher.

*El texto en rojo pertenece a Daniel Zeitna (Fue una pequeña improvisación realizada en la lectura de poesía denominada ¡Que fluya la poesía que rueden las cabezas!.
Con el afán de que el poema este en movimiento, esa parte va ir cambiado para darle más peso a la poesía oral, y a esa sensación del instante).

viernes, 26 de noviembre de 2010

8

Número ardiente
que se duerme en las alturas,
iracundo y desbocado,
boca en trozos prohibida por los años,
su grito ondea, y se ciñe al cuerpo,
cierta y viva manera de correr,
por las cortinas del deseo aún despierto,
señas laberínticas que estremecen y atañen,
raíces filosas que bordean los motivos.

Todavía el aire es inmóvil ante el principio,
lúgubre bostezo que amenaza la pura existencia,
mientras la lágrima corona la plegaria,
y el infierno no es la llama,
sino un latido que se aleja
como viento por la ventana.

Cómo verán mis manos tu vientre,
con ocho años de distancia,
quizá las palabras bordearán el sentimiento
frente al mar,
todavía el simulacro de la sangre conocerá tu memoria,
arderás con el silencio que embiste a la fantasía,
como blanco fácil, entre los muros,
con verbo entre jaurías, con el aire con vació.

Ocho veces menos pequeño numeral
enrarecido, abigarrado y fugitivo,
que escondes pájaros como motivos,
caricias que han de latir en la sombra,
islas que tocan y tejen reflejos,
mientras el sueño nos descubre
terriblemente vulnerables
ante la pólvora del tiempo.
mira como rio mira como tiemblo,
mira como te amo ocho veces más
ocho veces menos.

Natalia Correa.



* Imagen especialmente creada para el poema 8.
Artista: Jesús Castillo " Chuyasso"
Si quieres conocer más de su trabajo dale click al nombre.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Beso abierto

Relámpago y sed
visten la lengua del pájaro,
como espejo derramando quietud
antes de la noche,
por eso, los buitres abrazan arena
como verdes palabras,
que aún no crecen,
que aún no existen,
mientras alguien habla de la carne
y sus desgarraduras.

Por eso es que un beso abierto
elimina las formas,
presiente a los prodigios,
que han de volver
con el delirio entre sus páginas,
con racimos de arcilla,
y alfabetos de historias.

Lejos en lo profundo,
entre aullidos y navajas,
hay un mundo que se desviste
con violencia y locura entre sus piedras,
con remanso y amor entre sus calles,
para desvanecerse y vivir,
para desvanecerse y mezclarse,
con el polvo: agónico vestigio de los años.

Los espacios y ausencias que deja el beso
conocen lo humano, e intuyen el hambre,
son frontera y suenan a mitad del invierno,
cántaro de tierra ausente e innumerables huesos,
transparente cuerpo que se rompe,
mientras los albatros van probando la sal
van siguiendo el rastro.

Beso, antídoto que reposa en el mar,
escrito beso en hojas de bosque, con el aire,
estupor a tientas que construye los días
inmerso en el discurso, sin dolor y con vaivén,
mientras se escupe, mientras se muere,
el beso crece, el beso existe
abierto a la poesía del instante.

Natalia Correa.



Pintura: Mar Gasca.
Haz click en su nombre para mayores informes sobre su trabajo.

martes, 2 de noviembre de 2010

Hombre de mar (2)

Luz rabiosa que ha levantado
la geometría de los mares,
como estertores espectrales,
en lo profundo,
palabras que engendran sueño y sirenas
en lo profundo,
entre los puntos cardinales
él nace y es sonriente,
olfatea e ignora, nuestras sombras,
por las paginas sin verbo que se rompen
como crueles atavíos, en brasas compasivas.

Hombre tan mágico, que escribe mi nombre
en un latido idéntico,
sin darme tregua, estrella o destino,
como olas sueltas, mudas son sus manos,
las piedras de su esqueleto han de conversar conmigo,
es música y espuma que a mi lado recobra su memoria,
febriles aguas agazapadas súbitamente,
el amor que hay en él perfora, arrastra,
sin embargo, brilla quieto y vibrante.

Encarna en un abecedario crecido en insomnio,
Y así, me hace edén, latido, reflejo y presencia,
centella de sus noches sin nombrarle.

Oír silencio significa tejer olores,
mientras las estrellas arden,
enorme es el instante donde vuelves hombre,
en negro néctar te ha ido deletreando,
con perlas vagas de aventura
conquista lo inanimado.

Con armas y sed, con crótalos y alas,
se escucha palpitante,
son cúpulas azules su arquitectura,
manantial en flor que se vuelve salado,
oblicua luz en faros que aguardan y guardan futuro,
liquidas raíces que fluyen y duelen
han de alimentarte hombre de mar, hombre real.

Su mundo es ventrículo abierto,
anuncia moradas, conoce los puertos,
trasfiguraciones adentro, vida en colibrí fechada
donde se cuecen los muertos y sus tumbas son de agua.

Natalia Correa.


Foto y edición mia.

lunes, 4 de octubre de 2010

1… 2… 3 POESÍA (Baba de estúpidos…)

Aprendí a despedirme a solas
dejando atrás los ritos mortales,
tiempo de letras desnudas que sueñan contigo,
ya es hora de esparcir verdad e inventar vestigios,
en tus líquidos ojos que se levantan,
porque se equivocan, porque no presienten,
a las ramas de un árbol, en espera de su sangre.

Dedos de noche que tocan madera,
en ellos caben las grandes cosas,
asombro es la palabra que los rodea,
los motivos son:
pájaros que dibuja el mar,
transeúntes llamado a la justicia,
amor que se escribe firme, a la misma hora,
mientras la rabia adorna a millones de personas,
y la víctima sufre el grito, el discurso,la caída.

Y nosotros hablando de amor
en un mundo de muerte,
por eso la poesía aprende a llorar y se desdice,
piensa en moverse, piensa en ser pero termina por irse,
desliza “el hacer” mientras sueña en tu epidermis,
calla lo que debe, se desespera y es infame,
agrieta mi casa, conoce al tiempo y mis fantasmas,
crea islas que nadie ha visto, y arde de un soplo cada noche
se tiende, me libera, y sin más me deja con el vacío.

Se muere de sed y es intocable,
mientras disipa hebras de piedra, y exclama destinos,
poesía que abre, pelea, y abraza,
sin saber cómo ni cuándo será su revancha,
los días sin verso hemos de pagar el precio,
yacer sin ganas, de un solo golpe,
para luego, quebrarnos por encima, por debajo
de algunos pronombres.

Para cantar los juegos del artificio,
existe una quietud en los labios,
un silencio fortuito que te protegerá,
mientras baba de estúpidos habrá de hacerte débil,
pero el tiempo reconciliará a las cenizas con lo que vendrá,
esa baba algunas veces bailará a pleno sol
quitándote el calor que no conoces todavía,
errante y sin orbita así es como de pronto
habrá de salvarnos la poesía.

Natalia Correa.



Ilustración: Cristóbal Sánchez.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Retrato de agua.

A las casas y sus muros
los circunda la marea,
mientras el agua terrible,
se bebe los mundos,
y escupe palabras
que duelen,
como estrellas,
por unos segundos,
cuando todo arrasa
cuando nada queda,
las grietas apagan deseos,
los ojos se inundan,
y las manos se ahogan con penas.

La tierra hace de sí
registro furtivo bajo el agua,
se desvanece y se anega,
en un despoblado cuerpo
que retiene café mientras recibe la noche.

Tempestad
ancla que deletrea
su profundidad,
mientras se va
desbordando su caudal,
gota a gota a sangre fría
cada día de manera tan veloz
se siente ya la pesadilla.

Extraño río que ha escrito
sin saber a donde va,
las acuáticas formas
del instante, del ahora
que descubre y discute
el significado de la pobreza,
y su tan heroica resistencia,
mientras el sur se debate
entre el agua, la esperanza,
y sus sombras bastante desiertas.

Natalia Correa

lunes, 6 de septiembre de 2010

Esta tarde

Anoche,
esta tarde,
estamos repletos
de días abismo con negros álamos,
por eso y más,
con sinceridad absoluta,
ella ya no escribe,
sabe que al filo de la noche,
nadie juega y siempre llueve,
mientras el estruendo de su figura
y los rastros de su amor aparecen,
para regalarte su silencio,
con un beso transeúnte
capaz de conocer los días,
mientras la vida se va
por el foco ardiente
del poema,
mientras los astros y el mar
conocen su refugio,
te doy silencio que hierve,
amor que espera en las calles,
por el mundo,
con la magia del principio
y la experiencia de los años.

Natalia Correa


Foto mia editada por mi.

martes, 24 de agosto de 2010

Tregua:Una deconstrucción que devela cada frase con tintes de prosa y secreto.

Una carta lleva márgenes en blanco de insólitos vaivenes: es como desnudarse descarnadamente, sin saber. La noche se ha vuelto tan larga, con un leve dolor o huellas de un domingo.

“Dos puntos de justicia completamente solos”.

Sé de sobra que contigo me desdoblo, que contigo seré lo que deseo, pero por ahora estamos tan solos. Y es tan poco mi valor, que lo voy a esconder en un poema. Quizás no sea justo esconderte mi amor entre las hojas, o las pestañas y el vuelo de un pájaro. En todo caso la distancia nos empuja a la soledad…

Que llegan como el color a tu ventana”

El color significa, intuye, y magnifica lo que sentimos. Mientras me pregunto ¿cómo es que será tú mundo?, ¿Qué lo habitará que palabra será la que destape su magia?, ¿qué placer recordarás? mientras sonríes dejándome entrever el reflejo de tu ventana que se pinta y crece de manera salvaje.



Natalia Correa.

martes, 17 de agosto de 2010

Tregua

Tregua con entrega y margen dulce,
dos puntos de justicia completamente solos,
que llegan como el color a tu ventana,
dame tregua, sin nexo con idea,
para reír abiertamente en vísperas
del patíbulo y universo.

Raíces que anudan luz
por encima de la noche,
astros emergentes que brotan
abiertos sin soñar.

Reflejar la larga herida que ya nadie recorre,
esperar como sombra los secos pensamientos
para conceder la magia,
deslizar su filo por el insomnio y los epitafios,
conocer la muerte y dormir sus lustros
en mi cuerpo.

Dame tregua y siénteme porque
la historia de unas lágrimas no es suficiente,
porque sus destellos no han de consumirme,
sospecho que tu amor conoce a mis ojos
que tus labios tan vivos repiten su miedo,
que avanzas por encima de mi negado fulgor.

Entonces sé que esperar sólo nos dará
un enemigo en común: El tiempo,
así que, a mi lado ven que yo te llamo,
sin el volver de pájaro quemado
o su canto enrarecido,
tampoco con sombras frías
o frutos rencorosos,
sino con los secretos
y las sorpresas que te nombran.

Todo es mar, centro de agua,
fulminante rayo de palabras abiertas,
augurios frescos que se graban en la arena,
ya sin la cruel tristeza, o salvaje melancolía,
ahora el mundo se duerme sobre su geografía,
y el amor me dá lo que tanto pedía,
una vida contigo, sin la fatal lejanía,
y unos besos con sabor a tregua indefinida.

Natalia Correa.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Días extraños

Calibraré mi corazón como niebla
hasta quedarme sin tiempo, sin aire,
tejeré en cada palabra
la estrategia sutil de la risa,
mientras que la soledad arderá
como vestigio puro,
me rendiré con el frio taimado,
con el juego mediocre de tu amor con el mío,
para luego ser espada sin filo.

Perderé el paisaje que tanto soñaba,
por lo inerte, por la nada,
deambularé y me perseguirás
siempre con el tenebroso latido
de tu sombra.

Frontera ciega en los umbrales de mi noche,
a distancias siderales mi cuerpo, sus caudales y raíces
eran vivos ojos de impotentes manos.

Querré decir todo, y no podre
la inmovilidad y lo salvaje me lo impedirán,
con arduo empeño de un nunca conoceré la fragilidad,
sus anclas y sus flores, sus vicios y sus contradicciones.

Mientras tanto quedaremos absortos y conmovidos,
por el arpegio silencioso de un jamás,
al unisonó del viento y esos días extraños.

Natalia Correa.
Para RAPH.


Foto mia.

viernes, 23 de julio de 2010

El significado.

Evaporado verbo que circula extrañándote,
vena de mar y tragedia
donde la palabra crece,
sabor amargo que sube como agua dulce
para un rostro desconocido,
siento haber preservado un mundo diferente,
cuando tu vida es un infierno, que todo lo parte
que todo lo borra y sin más lo mata o ignora.

Soñar contigo es extrañarte sin destruirse,
dejarse ir, con los hombros sin el aire.
porque sobrevivir y poseer dolerá
sin embargo, la risa arrebatará lo imposible
lo negado y hará de nosotros un recinto sagrado,
aún no lo entiendes aún no lo sabes,
días terribles sin descanso han de venir
esperando florecer con la calma de un domingo.

Con esa calma quebrada que no sirve y engaña,
por que los ojos cuentan pájaros como nubes,
se muestran infranqueables evadiendo toda sombra.
por un amor que estornuda dulcemente.

Para reconocer el tacto de tu caricia
recuerdo la sola tarde,
la intrépida migaja de pan que se desvanece
la palabra que nos bordea y nos exige
en una tarde resulta en el paladar
que guarda lluvia y justicia antes de un final.

Para extrañarte detrás de tu tristeza
tendrás que ser preludio
que rompa la memoria,
existir y amar secadote bajo el sol,
así cada fragmento de mi palabra
escribirá tu respiración.

Vas como fragancia que se esparce por el mundo,
por que no sólo fuiste río de cien lenguas,
arpegio de fuego manso,
ni el llanto fuerte que derramo después
de un fracaso.

Aprendiendo de tu ser,
preservo y busco
las horas miedo,
la luz salvaje y recurrente,
sueños tendidos sin su amargura,
rabioso acervo de tu nombre, de tu mar
que a veces echa raíces.

Es entonces cuando comprendo
lo que extrañarte significa,
fríos diseminados torpemente,
mientras el viento nos conoce vivamente.

Labios de renuncia,
ojos de cuchillo,
dime lo que buscan matando al asesino.

Natalia Correa.


Foto mia.

lunes, 12 de julio de 2010

Endemoniada (2)

Después de la primer tormenta las palabras saquean
los argumentos,
el pretexto devela la máscara y viceversa,
lo que se pierde en un verso engreído
es mucho más doloroso que los años
transformados en vacio,
luz profana y disuelta
has de volver para conocer los daños
y los vestigios de un cariño.

Endemoniada
letra por letra entre naufragios distintos,
deriva de belleza madura que enciende
la llama y el salitre

Una vez enterrada la semilla
los cuerpos de lo que fuimos antes
florecen y se alzan como secos parpados
antes de mirar el agua..

Porque un poema no es derrumbe
palabra hueca que pueda olvidarse,
te doy tantas frases que en el odio
terminan refugiándose,
todo está en su órbita tan sonoro y triste,
sumergido entre el mar y sus tinieblas,
descalzos lienzos ocultan lo que arde todavía.

Endemoniada
hecha de terco desamor y ansias rotas,
espía que resplandece ante el olvido,
entre ramas y lenguas circula su veneno
reverbera como fiebre en su centro,
inquieta canalla de súbito poder,
emerge, seduce y miente
siente, destruye y vuelve.

Cruza y sé desvanece
entre los escombros,
de los fragmentos
hace su naturaleza,
dicen que arde como centella,
que avanza como una fiera,
rabiosa perfora el tiempo
con la esperanza de dormir
lo que va llevando dentro.


levantando sueños como tumbas
gime de pie al ritmo de una piedra,
con inútil ternura retiene los astros caídos,
mientras pulsos de melancolía levantan su corazón
Frio y frágil sendero donde enterrar todo ese amor.


Un ojo al filo de la hermosura
termina rompiendo tu imagen,
Señal de impaciencia y deseo
fuga que escribe en su pecho,
abierta a todo fulgor,
pensamiento que brota,
grito que hierve,
en un breve garabato,
mientras la lluvia
no sede en su interior.

los vientos juegan a engullir lenguaje
ojos, papel o navaja,
reunidos en alfabetos limpios,
promesas en combate de estos labios míos.

Por eso la palabra “nunca”
encarna en follajes y se desnuda,
con el terror de sentirse inhumana,
encendida y sin respuesta,
tiende a ser refugio en el vacio de la nada.

Me importa un carajo
que acuchilles estrellas,
que estés en tierra sorda y de escalofrió,
que te sientas tan solo
extrañando lo que fuimos,
ahora la endemoniada he de ser yo
y tu aquél imbécil que inexorablemente
me abandono, y que nunca un poema me escribió.

Natalia Correa.


lunes, 28 de junio de 2010

Calor de verso color de mundo


Calor de verso color de mundo,
eléctrico deseo que va palpando la noche,
que se deslinda de las horas tranquilas
para fundarse y crecer en el ruido,
de intocables grietas de conocidas mudanzas.

Tú resultas universo suficiente para fluir,
para quemar y enredar estrellas como faros,
así ofreces la posibilidad de decir mi amor en sueños,
siempre conoces mi afán y mi quietud
y vas como sombra dispersa
sembrando los ecos que diré mañana.

Erguida señal que viene vibrando
entre los rastros luminosos,
con cada día de paisajes y cortejos,
haremos de la risa suave arma,
que consiga detener el odio
retenido en la garganta.

Tú perfora lo golpeado, lo inexorable,
Canta los signos de creación y abismo,
desnuda las partes dormidas
de nuestra palabra,
inunda el aciago oleaje
cargado de profecías,
retén mi mirada
mientras sea invierno,
sálvame y protégeme
de este amor incierto.

Se puente de serpientes y guirnaldas
que en riesgo envuelve a su magia,
mientras la sed y el lenguaje
encuentran ya su marcha,
como nubes que con el beso
del agua simplemente se ensanchan.

Porque desembocar es desvanecer,
en las rotas arenas del polvo,
y los resquicios zurcidos del tiempo.

Por eso, caer ante lo atroz es negarse a lo dulce,
significa retroceder para cubrirlo todo
mientras no llegas, mientras no estás,
y sin embargo amanece.

Abre los ojos y date cuenta
que la imagen no es grito, ni reflejo,
dime de donde proviene la sequia
que hace que lo puro se levante,
antes de que el viento lo devaste,
antes de que sol ya no lo aguarde.

Calor de verso dolor de mundo,
cuchillo de verdad, palabra de principio
cuando los recuerdos son siniestros bálsamos
que a mi lado duermen,
la ciudad de cielo negro responde
en combate, con un festín de estrellas afiladas,
grabando lo vivo sobre sus muros,
huesos y calles desenterrándose
entre delirio y ceniza es lo que hay,
feroz brasa en los labios
con el sabor rabioso los años.

La música es el ángulo que moldea
nuestro encuentro,
presa escrita que deletrea
lo imposible, ya no a destiempo,
seremos dos párpados que sueñan
y construyen universos,
una flor nocturna
que nace de nuestro torrente,
seremos calor de mundo,
color de un verso transparente.

Natalia Correa.

Imagen de Alvarock Davii :
Acá puedes encontrar más de su trabajo.
http://www.flickr.com/photos/davii/2904287306/
Gracias carnalito que buena dupla foto-poética.

viernes, 4 de junio de 2010

Hombre de mar

Hombre real hecho de sed y polvo,
isla de lenguaje que guarda los pensamientos
de azul que alimenta simulacros
que crece y se adentra como frutos eléctricos.

Hombre de mar los deseos ajenos son ingobernables,
entre lo que se tiene y se desea crecen flores o pantanos,
lentas formas que tejen la música
por parajes extraños y lejanos.

Liquida incertidumbre de ojos y márgenes frescos
por eso desliza tu quietud sobre mi pecho
para dormir a los fantasmas
porque a tu lado la pausa es rostro desenvuelto
tantos nombres y acertijos se encuentran tibios
entre tus labios.

Hombre de presencia que inventa mis latidos,
deletreando lo que escribo,
llega siempre hasta la sombra,
a la quietud feroz del agua,
que se desliza y me enamora.

Su eco son mis puentes,
huella que encarna y sobrevive
por los caminos de la arena,
plataforma que amanece
sin rescoldos de vació,
delirante marea
que se divierte y crea,
los paisajes que hemos sido.

Esperas al filo de nuestro anegado recinto,
devorado nervio de pulso fugitivo,
con el estupor de sentirte tan vivo,
de lo profundo volverás
con la centella de agua para ser mi abrigo,
con el vaivén a la deriva,
a toda calma va por la vida.

Relámpagos sobre la piel
sigilos de mar de oscuro fulgor,
siglos de ti que descubro bajo el sol,
fronteras impacientes por prematuro oleaje
que retrocede, violento insomnio que crece y no sede,
por los huesos que han mirado ya la noche.
tan despiertos, tan humanos,
tan terribles,tan ufanos.

Por eso es que mi mundo son tus manos,
danzantes y transparentes cargadas de futuro
cargadas de placeres esperando algún conjuro,
inexorable ser que se conjuga con la sal,
así vuelve, así va, así es… mi hombre de mar.

Natalia Correa.



Foto mia. " BUSCANDO AL HOMBRE DE MAR"

miércoles, 26 de mayo de 2010

La idea de un sueño

Entre lo que creo y soy
existen soledades susurrantes,
que menguan las existencias y el pulso
la primer palabra siempre resulta ser discurso,
estatua frágil que deshace lo que escribo,
mientras la herida florece y hiere a placer,
intuyendo lo invisible y los signos zurcidos por el tiempo.

Flacos abismos resaltan los horizontes abandonados,
gruesas esquinas filtradas por el sol
silencio maduro que dura un instante
va resguardando el palpitar de un corazón
aquí y allá todo suena tan simple
saliva llena de costumbres y resquicios de amor
que sube por los herrajes de una boca
para disipar el ruido desafiante de los días
acto oculto y difícil quemarse en el lenguaje
gota de agua que se desliza a través de señales.

Poesía firme, con entrañas muertas levitando por aire,
es así como la palabra va desdoblando mi interior
es así como la lectura del instante surge tendida
como relámpago iluminado.

Entre lo que se pierde y se desea
guardo tu nombre como poesía firme
para sembrar y perforar las noches
que me han dado ficciones y fantasmas de luz.

Repartida en el cuerpo
entre escollos y placeres
las caricias que aún debes
no resultarán ser suficientes.

Las páginas de mi sangre
se encuentran ya dormidas,
Inmóviles como música que se bebe
para evitar las pesadillas.

Poesía firme con lenguas de profecía
eléctrica historia de hueso y tinta
que estalla de pronto entre
aquellos rasguños verbales
y aquellas preguntas cargadas de tiza.

Por eso que creer en ti es crearte
creciente amor que empapa la tarde,
entre los desnudos ademanes
de tu cuerpo impasible e imparable,
poesía firma tan nítida e ingobernable.

Porque todo tiende a contar estrellas
a anidar los besos y tratar de entender los sueños,
poesía firme no para cobardes,
conquista sutil que se baña con tu resplandor
mientras en el mundo hay muerte y sinrazón,
este es mi refugio donde siempre estoy,
por eso, entre lo que creo y soy,
existe la lluvia pero también el sol.

Natalia Correa.


miércoles, 28 de abril de 2010

Carta de amor #1

A la deriva con palabras cortas que se ensanchan con el tiempo, así resulta el comienzo de nuestra historia. Probaré fortuna en la geografía que se manifiesta en la noche, porque ahora sé que duermes. No será difícil que me escuches. Llegue a ti escapando de los espacios vacios, por el grito de un cosmos salvaje. Vengo desde lejos desplegando el viento del extravió y la espesura. Temó como nunca ignorar tus señales, y perderme sin la fluidez y con el amor a mis espaldas. Te hablo de lo que temo... para que entiendas por tantos años mi cobardía y mi silencio.
Te quiero real sin ficciones capaces de asombrarnos. Porque hoy resuenan las cosas que no te he dicho, por eso hago del desvelo un atajo tan simple, por la experiencia de ver y sentir tus pasos.