Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

domingo, 19 de abril de 2020

EL CURIOSO CADÁVER DEL AZOGO



El curioso  cadáver  del azogo,
se  enciende   con  su melancolía,
 el cruel  calendario del  abismo,
quema  maderas en los  recuerdos  antes vivos,
le da  turbias  intenciones  a mis ojos,
mientras  mi cuerpo a  dejado  de temerle  a la muerte,
 y  sus   resquicios,
 escribir  es ahora   un  acto  vacilante
que quizá  espera   en  la   cocina,
 que  se  esconde  entre   las   sabanas.

 Me  duele   el  ansia de  vivir  como nunca antes
 a  la luz  y  a la sombra,
 el silencio  busca  darme  flores
 pero sólo me  abraza  en  su  fuego,
porque  este  mundo  reverbera  mientras   soñamos, 
ahora   sabemos  que  sin  fruto  y  sin  oficio
 todo arte  sucumbe,
incluso  escribir
hace hervir   el pasado y  por  ahora  me derrumba.

 El  néctar  del tiempo  se derrama tan lento,
 y  tu  sonrisa sobre  el caos
me acerca  a los  lugares en  ruinas,
me salva  del error
me mantiene viva
 hace de mí   eterna poesía  que se renombra.

En  soledad  nuestro  espacio  luce  deshabitado,  
me guardo  en la resaca  de  una  silaba,
espero en el viento que abre las  ventanas,
en la sal que cauteriza  las  heridas,
y así  me disuelvo  al margen  de  la centella 
al margen de la luz. entre las  llamas.

Viajaremos juntos  mientras ese  destino profano
dicta nuestros nombres,
en  medio  de   agua  salada
contigo  todo crece  y  nada   basta,
 la noche  se  ensancha
y así olvidamos  nuestras   equivocaciones.


 Y errantes  ante la  última  ola iremos sin  temor
 con  el  rápido  filo
 de  un poema   que  deslumbra   y resuena,
que  conoce  de  tumbas  y  fantasmas
como  nadie,
y  pese  a  eso   se  dibuja  un futuro,
aunque la vida   ya no  este   jamás  en  calma.

 Sinena  Negra  2020.