Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Universo de astros y palabras

Dedicado a mi abuelo Salvador Correa Mota,
y para todas las personas, que han perdido a un ser querido
debido a una enfermedad tan terrible como el cancér.

Árbol de manos vacías,
y herrumbre sagrada,
que fue sólo un cuerpo
para darle forma tenemos al verso ,
labios en grito que resultan ser un misterio,
cruel hueco que se bebe la paz
para transitar en los márgenes
de lo inocuo y lo vació,
no he dejado de sentirte
así como tampoco he dejado de quebrarme
esperando tu regreso.

Ante un universo desnudo,
la soledad vigilante,
quiero articular movimiento
en cada una de las partes de tu cuerpo,
mientras tanto reparte mi sed
en tus palabras,
ser integro que transfigura
el deseo de seguir viviendo.

Árbol, espacio donde
se arropan los sonámbulos,
y se realizan los conjuros del amor.

Acumular lo que hemos sido
para luego no existir,
acercarse a donde inicia el fuego
para luego arder,
No siempre el instante,
hace breves las distancias
porque estruja y conoce,
porque siente y encarna,
los momentos que tendremos mañana.

Ante la emoción que transcurre
como un hervidero, como un río nuevo,
sueño que contiene astros en el pensamiento,
trasparencia de cálida zozobra
se enraíza en nuestra historia.

Juegos de nostalgia sin fortuna
que saben cómo nombrarnos,
pero también como cimbrarnos
ante la luna.

Árbol, señuelo incapaz
de aniquilar lo que nos forja,
prolijamente quieto
libro abierto de días viejos,
de pájaros, de líneas,
y su balanza con recovecos.

Ecos, nombres, y caminos
que en el aire se suscriben
como ruidos
llovizna letra por letra,
que de tu hueso se inventa y crea,
ojo que florece ante tus apariciones
sutil paraíso que dura lo que un sueño,
o un poema de pequeños resplandores.


Silencio de follaje dulce y extenso,
ceniza tatuada en el mundo,
recorriendo algún tiempo,
puño que avanza y golpea
los pilares de mis parpados,
entre un lenguaje que se desdice
observo tu cuerpo repartido
entre los muros
veo como cavas y te entierras
aún más lejos.

En tus ramas encalla el trueno,
Adentro de ti
existen razones y cuchillos
viento que se inventa y borra
en andar de luz,
con aquella estela,
con aquella sombra,
de un hombre
que siempre guardo
en la memoria.

Natalia Correa.


Foto mía.