Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

viernes, 10 de julio de 2020

PUNTO DE QUIEBRE



La palabra se  anida  entre  mis  huesos,
un dolor húmedo que  siempre  vuelve,
se  ancla  en  el  camino
y  así nos   hace   sobrevivientes
porque  no  sólo  se  huye  del miedo
sino  de  lo  que  más  se  ama,
mientras  el  aire   evoca  movimiento
lento y salado.

Una brutal  indecisión   que cruje  entre los   dientes,
una marea  se anuda en nuestros  ojos
parece  ser  la  despedida
los frutos  y las  navajas  se cuelan  entre los  años
y  van   hacía   el  origen
y  mientras  tanto  la muerte  ese   pensamiento  baldío 
que nos deja   en  la   orfandad
esta aquí  como  pulsación  infinita
ni la  rabia  ni  el  desosiego  ahora   nos    alcanzan
para  evitar  las  puertas de  la  noche

Soledad, espuma  calcinada, roca  viva
de puños feroces,
depredadora  indomable
te vuelves  una  cifra  breve  ante  la  próxima  tormenta.

Hablemos  de  lo desnuda  que  queda   la  vida
ante   el  dolor,
lo  expuesta  que  queda la  sangre  que  bulle,
mientras  todo naufraga   en  un  simple   epitafio.

 Todo  queda   en  un   sin sentido
 que  concede  alimento,
 en  un  viaje  donde  los   fantasmas
 se  vuelven  frágiles  atisbode  lo  que  fuimos.

Te doy   versos   febriles   donde    el  tiempo   no  pasa,
un  sol habitado  por  cuervos que derriban  toda   esperanza,
peces melancólicos  y  solubles  que se llueven  a   raudales,
una lágrima  de  arpegio hondo que  se  esconde entre  canciones,
un   demonio  traslucido envuelto en  llamas
un  mar  inaudible  una  página   en  blanco
las ruinas  breves de nuestro  asombro,
 siete  plagas que dictan   el fin de nuestro mundo.


Natalia  Correa.