Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

sábado, 10 de diciembre de 2011

As an instinct (Por intinto).

As an instinct

As an instinct, each line is eyes that don't sleep,
arms that fulfill the seed, always watching, forgetting the whiteness of your mouth, transience of your mouth within your womb.

Cold voice and wings as books...
As an instinct you laid down as of victory, despite the filth, great and mixed are the seasons of what we call “Motherland,” reflecting the shadow of that sporadic dream in its dance.

Good bye tactic lactic midnight without rupture. As an instinct, our country made of pieces, forgetting the word; knowing only the lie.
Incessant ocean,in laying in chastity repeated , while the murky and lonely image of you gets dissolved
Living th wind and the repeated word “polished.” While the light scaffolding of verses plunges.
And falls
falls
falls
falls

As an instinct...




Poema y edición de la ilustración Natalia Correa.
Traducción e ilustración Carolina Márquez.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Evocaciones.

Coronar el grito que se extiende,
levantar el rostro perseguir las llamas
por un cuerpo encendido y vigilante,
que abriga y espera
alforja intempestiva,
es su rabia es su manera.

Descubrir parajes intocables,
evocar en las horas inquietas de la noche
los sutiles licores del lenguaje,
saber que estás y sin embargo,
volver con la tinta entre las manos
sentir que arde el sur y yo aquí
en un lugar sin nombre.

Perseguir todavía el beso siniestro
de los días no, ya no.
evocar su dulzura pero también su crueldad
notas frescas, delirio a tientas, asfíxiame.

Quehacer eléctrico entre las sombras,
celeste retorno ante la frontera,
evocación que habita
las presencias fugitivas,
memoria y pensamientos de madera.


Pálido relámpago incrustado en piel
como lámpara maravillosa,
el amor siempre habrá de desfallecer
en un inquieto sueño,
siendo profesor tan sombrío
sus pies como prismas
hervirán las palabras.

Como la muerte
la evocación se plantó con fuerza,
y entonces la poesía se hizo grande,
como un semillero, mirando al cielo
justo antes de caer.

Sed brillante que contiene a los navíos
y preserva sus cenizas,
voz a la intemperie
que despide desnudez,
trizas cargadas de luz
esperando no volver.

Natalia Correa.



Ilustración: Chuyasso

sábado, 22 de octubre de 2011

(IDEA #5) /1.. 2..3.

Mi amor habla con lágrimas de cocodrilo,
mientras el dolor aparece por las grietas de la risa,
en los sueños de mi almohada.

Dame lágrima que trasgreda los motivos del color,
ceniza y cuerpo para tolerar la ausencia,
palabras que defiendan lo que el amor significa,
porque hoy con el miedo y las horas yo me rindo,
teniendo una lágrima de bordes salados entre las manos,
y un recuerdo cobarde y una mujer cobarde
hecha pedazos hasta los huesos

Niebla en curso, imagen que amanece herida,
insepulta con otros ojos,
mundo triste y carnicero
que conoce la fidelidad y lo profundo del sueño,
usurpa la sombra y exorciza raíces
en un soplo de horas que presienten el mundo,
en un denso mar que conoce la playa.

Uno, dos, tres, para pensarlo al revés
tres, dos, uno, y que ya no sufra ninguno
uno, tres, dos, la respuesta está en la voz
que cuenta primero uno, después dos
y para buscar el tres
emprende viaje a Neptuno.

Pero no sólo eso sujeta mis costillas,
al puro no... Al simple sí,
dejo caer silencio como lluvia,
en brotes de diluvio,
en brotes de rocío,
Así de este sueño turbio yo me despedido.

Por eso insisto...
sin culpa ni ansia
en donde no.
Solo en el silencio
del sueño sideral
podremos estar lejos
de todo bien, de todo mal
tres, dos, uno
y que ya no quede
ninguno.

Natalia Correa y Pablo Dacal.
*El Texto en rojo pertenece a Pablo Dacal.
(Si quieres
saber más de Pablo dale click su nombre arriba)


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Los Pájaros son palabras

Era tan cruel soñarte aleteando palabras
prisioneras del invierno,
luminoso abanico de fragancias,
ofrenda y sol para despertar
lo aún dormido de las posibles estancias,
ahora todo llueve.

Dame movimiento para abrazar las sombras
y sus temidos reflejos,
ten calor dentro de tus alas,
paisajes abrigo, cuerpo tendido
en el sueño, en el limbo,

escucha a mis pies cansarse,
por la alquimia áspera de batir el tiempo

espesa boca se alza y conmueve.


Delirios y soledades fecundas transcurren,
mientras tanto, aquieta lo rojizo de la tierra.

mirada hecha de nocturnas estrellas,
para volar… tejer raíces, saberse en el aire,
crujir, temblar ante todas las ciudades recorridas.

Asfíxiame en su danza, concédeme sus fiebres,
calígine brava cíñeme dentro de esa noche morena,

has de su amor simple duermevela.

¡Prende fuego!
libera las flechas profundas de este blando cielo,
Sed de entrañas infinitas transfigura las voces en lenguaje

concede viento, con sed de viento.

Tu amor ha sido aeroplano tan vivo,
un pañuelo en el aire, garras serenas
mirando al vacío.

Embrujo táctil en piel envuelto,
a los combates duros de la muerte, ¡prende fuego!
mientras tu geografía promete silenciosa.
¡nunca más¡
¡prende fuego!
Nunca, nunca.

Más tu cenit pájaro

se resguarda y reflexiona,
llega a ser fantasma
que florece en el poema,
sangre nueva que pelea
por las olas confusas,
y las ausencia que han olvidado
la primavera:
lenta llaga restringida al éxtasis.

¡Prende fuego!
con líquido andar en horas secretas
fuego que en su música se vierte nocturno,

ave que en su música pierde su sangre
,
en su música, inquieta fuerza lo resucita.


Escribirte...
dejar mis manos volando
sobre un mar negro,
con el brillo pendiente,
de luciérnagas intermitentes,
en tu plumaje cargado de suerte,
resulta un riesgo.

Porque palabras tus ojos serán
flor en los senderos tan volátil escurriéndose,
tan consiente enraizándose,
en el poema que nunca escribo
en lo profundo.

Para un día dormido, una súplica muda,
hoy los poemas fueron pájaros ardientes en mi boca,
efímero silencio desbocado,
agua furtiva sin gravedad
que se desvanece y vuela.

Natalia Correa.



DIBUJO GERMÁN LARIS.