Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Los Pájaros son palabras

Era tan cruel soñarte aleteando palabras
prisioneras del invierno,
luminoso abanico de fragancias,
ofrenda y sol para despertar
lo aún dormido de las posibles estancias,
ahora todo llueve.

Dame movimiento para abrazar las sombras
y sus temidos reflejos,
ten calor dentro de tus alas,
paisajes abrigo, cuerpo tendido
en el sueño, en el limbo,

escucha a mis pies cansarse,
por la alquimia áspera de batir el tiempo

espesa boca se alza y conmueve.


Delirios y soledades fecundas transcurren,
mientras tanto, aquieta lo rojizo de la tierra.

mirada hecha de nocturnas estrellas,
para volar… tejer raíces, saberse en el aire,
crujir, temblar ante todas las ciudades recorridas.

Asfíxiame en su danza, concédeme sus fiebres,
calígine brava cíñeme dentro de esa noche morena,

has de su amor simple duermevela.

¡Prende fuego!
libera las flechas profundas de este blando cielo,
Sed de entrañas infinitas transfigura las voces en lenguaje

concede viento, con sed de viento.

Tu amor ha sido aeroplano tan vivo,
un pañuelo en el aire, garras serenas
mirando al vacío.

Embrujo táctil en piel envuelto,
a los combates duros de la muerte, ¡prende fuego!
mientras tu geografía promete silenciosa.
¡nunca más¡
¡prende fuego!
Nunca, nunca.

Más tu cenit pájaro

se resguarda y reflexiona,
llega a ser fantasma
que florece en el poema,
sangre nueva que pelea
por las olas confusas,
y las ausencia que han olvidado
la primavera:
lenta llaga restringida al éxtasis.

¡Prende fuego!
con líquido andar en horas secretas
fuego que en su música se vierte nocturno,

ave que en su música pierde su sangre
,
en su música, inquieta fuerza lo resucita.


Escribirte...
dejar mis manos volando
sobre un mar negro,
con el brillo pendiente,
de luciérnagas intermitentes,
en tu plumaje cargado de suerte,
resulta un riesgo.

Porque palabras tus ojos serán
flor en los senderos tan volátil escurriéndose,
tan consiente enraizándose,
en el poema que nunca escribo
en lo profundo.

Para un día dormido, una súplica muda,
hoy los poemas fueron pájaros ardientes en mi boca,
efímero silencio desbocado,
agua furtiva sin gravedad
que se desvanece y vuela.

Natalia Correa.



DIBUJO GERMÁN LARIS.