Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

viernes, 25 de septiembre de 2020

Súbito caudal

 

No te   prometo   eternidad

justamente  porque  en  el cuerpo  se  guardan

las llamas  de  anchura  demente,

mientras  se olfatea un  deseo  inacabado,

sobre  la  penumbra renunciar al instante

donde  la  luz  aparece, para  así  conocer la  oscuridad.

 

 Quizá  ahora  la  soledad   importe  un  poco menos,

 tal  vez  los   astros, la  distancia,   comienzan a  quemar,

y  habrá que volverse  aprendiz de  la  ceniza,

 

 

Ir hacia la  memoria  donde  el tiempo ha muerto, 

y la melancolía continúa  bailando y  así se acumula,

libre y misterioso  suena  tu nombre   entre   mis  labios,

esto no  es  un  tratado  sobre  la  tristeza,

es  el  acto, la   bravura  de  los  astros,

sobre  los   dolores    del mundo,

 

 Estática  ebria   y  pendular 

 que  me acompaña  de noche,

sobre  el  territorio  de  lo  aciago

 se abren  puertas  y  ventanas,

 la  búsqueda   del viento 

se adapta  al  insomnio de  los   días

en  un  súbito   caudal

que  escapa   de   la   lluvia  una   y  otra  vez,

contra   el  ruido   tu belleza,

contra el silencio  todo se quiebra.

con sublime  franqueza.

 

 Natalia  Correa Márquez

 


 

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