Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

jueves, 18 de julio de 2019

NO DUERMAS CONMIGO


 Porque dormir  significa 
estirarse  en  un  mar  sin  fondo,
extraviarse   en el vacío,
estar  tan cerca  de  los  demonios  que nos habitan,
no hablar   de amor   y  sin  embargo sentirlo  en  el  pecho,
en su  tic tac
erótica  lumbre  que protege a  los  ciegos,
que  siempre  desborda  las  palabras,
e imanta  nuestros gestos.

No duermas  conmigo porque las  raíces  se   ensanchan,
y  van   hacía   futuro,
cuando miro  tus  ojos   en  pausa
los  miedos  se  olvidan
la magia   resiste.

Porque todo oscila   hacía  lo perverso hacía  lo  oscuro,
 y  sin  embargo,
 tus  manos   se  vuelven  jardines   de   amapolas,
que tienen  sangre  huellas  incluso música,
que  hacen  eco  profundo  hacía  mis huesos.

Callar   es  también  arder   en  tu   fragancia,
hallar  el amuleto  que  te  proteja   de  la   tristeza,
y  escribir  escribir   hasta   saciarte
para luego   así  poder  nombrarte.

No  duermas  conmigo por  el  cuerpo  que me  habita,
sino  por nuestra  palabra
que  ha  crecido   entre  los   árboles  libre,
ni  por  mis  largas   pestañas   que  acechan  a   tu  cuerpo.
busca   la lenta   intuición    de   los  prodigios,
olvida  luego  las  frutas   agrias   en  tu  camino,
las  distancias   que   como  féretros    han  enterrado  algunos   de  tus   días.

 Conoce el  frenesí  de lo nombrado,
 el deseo que  canta   y  siempre llega,
a veces entre   fauces  de lobos   voraces,
otras  tantas como humo,
aprende  a  leer las  aguas   y  su crepitar   secreto,
comienza   a ver  el mundo  sin  el  rastro  de   la  lluvia
 y  entonces  sólo  entonces ven- seremos.

Natalia  Correa.


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