Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Enjambre Nocturno


Pensarte en el imán  oscuro  de tu  risa,
entre  partículas   que quitan el miedo,
enjambre  nocturno,
cierro los ojos al mundo
entre  resquicios de un  deseo  inconcluso,
acechado   por  la  noche.

 Tratando de    exiliar de tu cuerpo
 todas  las   derrotas  que  lo   circundan,
para  ser  luego lumbre   de  inagotable  aceite,
que sin escalas  cubra  el  hambre y  raíces
 perdidas de  toda  espesura.

Habitar  tus  pardos  ojos
que son rebeldes  revelaciones,
de mi tristeza,
que saben  tu nombre 
y que ahora  esta soledad  no me amedrenta.

Tomar  mis  manos  y mi alma  rota
 y  cocerlas  a fuego lento,
en un  arpegio que no se acaba nunca,
tomar la melodía  y hacerla pedazos,
 desaparecer  justo dentro de las palabras.

 Un naufragio  que  danza en  su  propia  sombra y  semilla,
 un poema  que busca  no morirse  en    camino,
 un cuerpo que extraña  la  tierra   y  sus propios  sedimentos,
 porque la vida  nos  ha hecho  estar sedientos,
nos ha hecho dinamitar  el país  y su propia  música,
justo  antes  de caer  en las  fauces  de una  loba,
 en el liquen dorado  de un adiós sin respuesta.

 Natalia  Correa.



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