Tiempo al tiempo, no
había tenido el silencio necesario habitando en mí, como para poder atravesarte de
manera contundente. La poesía
sirve para eso: para acomodar o terminar
de romper el
alma. Esta carta te
la escribo especialmente
para los días malos, esos donde te saluda la soledad
y se te clava hasta las costillas
atándote las manos. Esas manos, que saben
describir universos, que se me metieron tan adentro. Que aún
ahora habitan bajo la
sombra. Justo a ese gesto tuyo que se come el mundo, que coqueta y
grita casi musitando.
Compartir la fortaleza de tus ojos, en medio de esta astuta
niebla es lo que
hoy me hace
escribirte. Hay días
donde tengo lágrimas de cocodrilo, incapaces de manchar la tinta con la que ahora te
escribo. Siempre quise tu felicidad.
Y aunque haya errado
tantas veces, por momentos creo que conseguí mi cometido. Ser feliz
contigo, ser feliz sin tÍ, pero
siempre con nosotros hilvanando el pensamiento.
Anuqué te confieso hay momentos
en donde también me pierdo, donde también me escondo, incluso días
donde desearía no haberte conocido. Luego pasa el tiempo y olvido esa amarga sensación. Y entonces,
guardo pedazos de ti en algunos sueños que entierro. Y es así,
como espero mientras el sol
quema, mientras el sol arde. Que
regreses un poco con esas olas
con el tiempo atravesado, para poder lloverme y así caminar
hacia el mar con calma y sin
miedo.
Por ahora es todo. Pero
no te preocupes un hilo rojo se encuentra
en nuestras manos, aunque
se rompa, se enredé, se contraiga,
o parezca no existir. Será la guía
para ir en busca
del minotauro; sabrá justo donde dejamos nuestros
corazones la última vez.
Además, nos dará tiempo para escribir
la mejor historia de ficción, entre lágrimas de cocodrilo y
venticas que de noche se hacen perversas, que de noche, se hacen reales. Entre ese hilo rojo, que se corta y nos asfixia, entre
ese hilo rojo que se regenera,
que persiste y resiste nuestro propio
orgullo habrá
un espacio para revelar ese
mundo subterráneo que muchas veces le
llaman amor.
Natalia Correa Texto y foto.
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