Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sirena Negra (Mar Rojo).



Al poema se le nota esa exangüe virtud de vivir muriendo,
ese paciente cuerpo en soledad despierto,
la humedad por su paso en la lluvia,
la raíz en sus manos atada a la sombra,
el calor, lo ardiente, lo incierto,
al poema le duelen sus nombres,
cuando pulsa la sangre,
cuando el aire se cuela
por un rojo amanecer.

Roja lucha
invócame,
viento rojo
cúbreme,
roja  sirena
bordéame,
rojo sueño
despiértame,
de aquella
muerte que ríe
en  tus brazos.

Desiertos y grietas  cortaran los labios
cada  hueso  abarcara un dolor distinto,
antes  de la fiebre  bebe la vida, bebe,
que el diluvio de los  muertos ya vuelve.

Siniestros  lenguajes trasformaran  tus ojos,
desnuda caricia   protegerá tu tiempo,
con palabras para soportar lo estéril,
Para entender el luto y conocer  el miedo.

Al poema le prenden fuego,
a la mujer la matan,
al hombre lo matan,
las  verdades ocultan,
y así el corazón arrebatan.

En tinta roja  el poema  cede
sus  enigmas
en tinta,
en mar,
en calma,
queda clavado
como espejo  celeste,
así une las  ausencias
se funde y  por fin existe.

El recuerdo
no  se muere del todo,
por eso este mar rojo
candente ceniza,
deseo que vierte y convierte
sin  ninguna prisa.
Mar rojo…
defiende la  historia,
de aquellos tiranos,
de aquellos idiotas.

Natalia  Correa.


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