Para mis lectores, cómplices, y amigos.

Busco compartir años de poesía aprendizaje, vicios y expectativas dejando libre la interpretación final.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.

lunes, 26 de mayo de 2025

Nómadas estelas

Nómadas estelas
de cuerpos tan tibios,
por el sopor
y la calma tan abrupta,
que como abecedario
se repasa en los labios,
de una noche como esta,
de un pálpito insondable,
y una oscuridad infinita.

Acuérdate de mí
cuando las raíces
empiecen a notarse,
cuando la soledad te marque,
y estés entonces al filo de la cicatriz,
cargado de fieras y de sueños,
con ese instante desordenado y movedizo,
creando arcadas, y pulsaciones voraces que recuerdan un nombre.

Tiraremos piedras hacía el vacío,
como sombra y humo
desafiaremos al mundo,
acicalando a la muerte.

Parece que la poesía se diluye
en un tiempo a veces adivino,
a veces certero y a veces repugnante.
separar el cuerpo de la presencia,
calzarlo al tacto,
para intuir su desnudez en el oficio de los días,
que como la melancolía de un cuervo
dice ¡nunca más nunca más!
hasta desfallecer.

 En el sigilo más suave y prisionero,
escondo tres palabras
para que caigan como semillas,
en ese territorio indómito y deshabitado
con agua oscura que dinamitará tus ojos
con verdes ramas que conocen el fondo y la espesura,
entonces el instante arderá justo antes de las tempestades.


Que hacemos con las promesas rotas o no cumplidas,
dejamos que se deshidraten al sol hasta que se sequen,
o las cortamos de raíz en silencio,
o nos alejaremos como nómadas estelas
en busca de un futuro que por ahora no existe.

 Natalia  Correa Márquez.

 

 Foto  Natalia Correa (Amacuzac  Morelos)

 

viernes, 2 de mayo de 2025

POR AHORA TODO ES VENENO

Me lluevo incesante y taciturna,
le pido a mi corazón que no escape,
que enfrente su acuosa fortuna,
que se diluye entre mis manos,
para que su amor perdure y no se lo lleve nadie.
pero por ahora todo es veneno.

A la sombra escribo,
con la certeza de que todo puede olvidarse,
las palabras voraces he indelebles,
que fueron francas y plagadas de belleza,
pero entre la hierba y algunas flores,
hay musgo que resbala y araña
y así vamos nuevamente sin certeza,
y sin embargo, aquel dolor no me amedrenta,
recurro a los fantasmas sin forma, sin futuro, y sin sentido,
tiro al mar cualquier recuerdo tuyo,
mientras mi vengativo estruendo,
se mueve como música,

¿Qué significa quebrarse?
ver en aquellas pupilas un refugio indómito?
que como bruma se disipa,
palpar aquellos errores y cocerlos a tu costillas,
caminar, dolerse y tan sólo parar de golpe,
derrapar ante la herida y olvidar la primavera.

Estar anclada a un presente
que parece presagio de la muerte,
enraizarse a lo  perenne

desplegar las alas rotas,
y habitar las lágrimas aún vivísimas,
y así saber que la sangre bulle,
que el silencio tirita,
que el amor protege,
que las estrellas tejen su brillo
antes de desaparecer
entre abismos y desventuras.

Natalia Correa Márquez.



 Autor: desconocido.