Existen palabras irrepetibles
que por última vez descansan
en nuestra garganta,
esperando una despedida,
sin embargo, la ventana se ha cerrado,
y en nostalgia queda el fruto
en cariñosa ruina,
en tiempo ocupado,
tónico, fugaz
que como intrépido carmín,
sobrevive entre los labios.
No volverás convertida en victima
sino en sobreviviente,
de estas álgidas cicatrices
que trae consigo la memoria,
emergerás tibia y perene
bruja suscrita en fervor,
tu cuerpo existe fuera del tedio
y como fecha tonal
llegará a los rescoldos del fuego,
donde la rabia
no alcanza un espacio no habita.
Y como fecha tonal tú hambre reverbera,
y sin embargo, no vas a huir de las noches,
ni de su densa anchura salvaje,
el sonido se enraíza en el deseo,
para volvernos inquietos y febriles,
ante la centella.
Una canción para ocultar la herida,
que parece intransitable,
un sonido piadoso,
una flecha que me arrebate el amor decapitado
que guardo todavía,
infinita fatiga sumérgete en las aguas,
y protege a los animales que aúllan,
fecha lacónica fecha tonal,
despierta a la mujer que acabas de crear.
Natalia Correa Márquez.
Para mis lectores, cómplices, y amigos.
Haciendo que la poesía se mueva y nos vaya mostrando algunas cosas que aún persisten en nuestra memoria. Ando en busca de poemas que no mueran, que me desafíen pero lo más importante que me brinden aprendizaje.
Como verán tarea nada fácil, pero confío que este dialogo abierto entre ustedes y yo dará frutos.
Bienvenid@s
Natalia Correa.
martes, 20 de octubre de 2020
Fecha tonal
lunes, 19 de octubre de 2020
DELICIOSA SOMBRA
Memoria de espuma y palabra inútil,
que se traslada a los racimos que yacen en el cuerpo,
distracción que como dardo tiembla,
cruel trafagar que desafía los destellos,
para borrar el veneno que ha velado nuestro sueño cada noche,
y así anticipar los náufragos que se habrán de quedar a la deriva,
Al vivir resplandece la muerte
en una deliciosa sombra,
y entonces llamas al lobo
como única reconciliación posible,
el peso de los años comienza por doler
una fragancia constante e infinita
insiste en no desaparecer,
tocar fondo volverte barro,
insistir en la palabra
nos ha puesto en un limbo sin tregua.
Precisamente en el sueño
de viento agitado
existe una grieta donde bailan los demonios
en angular tristeza que tranquiliza el día,
deliciosa sombra que me bordea y me arrebata,
los inquietos resplandores,
las mentiras han dominado a mi cuerpo,
en el plomizo silencio
que ahora beben los impostores.
Y entonces me niego al fútil sufrimiento,
que desemboca un rostro unos ojos o un cuerpo,
grito esporádicamente hasta alejarte de pronto,
y esta ausencia se yergue entre preguntas,
y resisto junto al olvido de los días.
Para hablar de oscuridad
es necesario sucumbir,
escribir al borde,
maldecir al amor empobrecido casi muerto,
y convertirlo en una deliciosa sombra para enfrentar
al mundo a ritmo de fuego.
Natalia Correa Márquez.