antes del escarnio sobre las brasas,
con toda la tierra junta
el cuerpo envuelto,
casi dormido,
tan vestido de noche
con aire de cementerio,
y promesa desconocida,
daré aliento a las palabras,
tendré tiempo de dinamitar lo frágil
a través de los ojos,
porque lo cruel de hoy
será lo dulce de mañana,
justo antes de desaparecer.
(Mujer dormida)
